El Duce, el hijo de Niobrara y Fleetness
que defendiera los colores del stud San Miguel y Myrna, fue definitivamente,
uno de los caballos más queridos en la historia de nuestro turf.Hablar de este
trotamundos, sería escribir una enciclopedia. Pero trataré de ser lo más claro
posible, para que se pueda entender. Cuando El Duce tenía 2 años, y pese a su
falta de velocidad, pudo arrimarse, valientemente a los punteros de la Copa de
Oro de 1987, para llegar cuarto de un Bloomingdales (Blood Horse)que asomaba
como líder indiscutible de ese año. En esta carrera el hijo de Niobrara había
dado la primera clarinada de alerta de lo que podía hacer en el futuro, cuando
era aún simple ganador de una carrera que buscaba incorporarse al grupo estelar
de la potrillada de su generación.
Antes de ese cuarto lugar, en la mejor
competencia de los potrillos de 2 años que habían nacido en 1985, El Duce había
corrido y ganado, pero, también perdido carreras de 1000 y 1200 metros, sin
embargo, ya enseñaba un rendimiento parejo y especial disposición para la lucha
que decidieron para su preparador anotarlo en la Copa de Oro, que tuvo en ese
momento, a otras figuras más importantes que él. Y tras ese prometedor cuarto
lugar, llegó y la verdad que este tordillo no paró. Alcanzó a ganar, de manera
espectacular, los 1500 metros del Premio Especial Perinox, en Enero. Su llegada
a las coronas fue un hecho; pero, aún el tordillo estaba a grandes distancias
de sus figuras, y todavía no conocíamos de su indomable guapeza ni de una salud
de fierro que poseía. Pero las coronas estaban muy cerca, y allí El Duce, a
enfrentarlas. En la polla, todos aplaudimos aun alazán, lleno de medios
corredores que se ganó la ovación del público y la carrera por varios cuerpos. Destinado era el indiscutible ganador. A
varios cuerpos, El Duce y Screen Hawk llegaron peleando estrechamente el placé
de la carrera.
Los 2000 metros del Ortiz de Zevallos
venían a continuación y, en esa carrera, comenzamos a apreciar que El Duce no
solo era un tordillo capaz de figurar honrosamente al lado de los mejores, sino
un candidato potencial para el cetro de las pistas de la generación y un rival
de polendas para Destinado, que volvía a ganar, pero, que reducía la ventaja de
seis cuerpos que sacó en la Polla. Esa tarde, El Duce fue el único que pudo
estar a la altura del hijo de Vaduz.

A los 2400 metros del Derby Nacional,
Destinado llegó con toda la expectativa y posibilidad de repetir lo que había
hecho su padre Vaduz, en 1979, al lograr la triple corona de la historia hasta
esos momentos, y con el gran favoritísimo. Pero, así como muchos pensaban que
era muy difícil ganarle a Destinado, esos muchos, también ya, sabían que si
había alguien capaz de aguarle la fiesta al alazán del Alydar, era justamente
el tordillo del San Miguel. Destinado pudo ganar el Derby, todos sabemos, pero
El Duce no perdonó pequeños detalles de genio y de manejo del alazán, y le sacó
en un Derby para la historia, un pescuezo que marcó sin dudas, al el tordillo
de Jorge Salas.


El césped del Gran Premio Nacional fué su
siguiente reto, y El Duce lo tomó, como todo lo nuevo a lo que lo llevaron con
absoluta facilidad y entrega para ganarle a Screen Hawnk ( Screen Idol), por 6 cuerpos
1/2. Tercero remataría Westbury (Cawston´s Clown), estampando 2’54”3/5 para los
2800 metros en el césped, marcando récord en ese entonces. Y así galopó con sus
rivales, para ganarse, luego, el clásico Criadores de Caballos de Carrera del
Perú, por 20 cuerpos e ir a buscar, posteriormente, al mejor de la pista, que
era el fabuloso crack, como lo era Misilero (Surrender At Sea).

Y a Misilero le ganó en un presidente de la
República, muy duro y donde los contratiempos, que le infligieron en el derecho
al hijo de Surrender At Sea, motivaron un justo fallo de la junta de
comisarios. El Duce había sido distanciado, pero su imagen estaba intacta y
nadie dudaba de su categoría.


Por eso fue que sus propietarios lo
embarcaron al “Carlos Pellegrini” de Diciembre, y en medio de la famosa carrera
Sudamericana, comenzó a consagrarse internacionalmente. Abierto y en un lote de
22 participantes, El Duce llegó tercero, a sólo 1 cuerpo ½ de Montubio,
posterior ganador clásico en los Estados Unidos.
Se venía una nueva temporada y con ella
1989. El latino del 89, y El Duce se quedó en Buenos Aires, y se trasladó a La
Plata. Fue segundo en un clásico previo, y luego, sin la presencia de Jorge
Salas en su entrenamiento, no figuró en aquel latino, que consagraba al
argentino Savage Toss, que le daba la primera victoria argentina en este
importante clásico. La delegación peruana estuvo a cargo de Misilero, El Duce,
El Ninja y Majestuoso. Ninguno de ellos tuvo una figuración, por varios
factores. El Duce marcó entonces, la
única actuación defectuosa de toda su campaña.
Poco después, El Duce se cobró su revancha.
Corrió en Palermo, el Gran Premio República de Argentina, llegando quinto con
la montura totalmente corrida. A las pocas semanas viajó al Gran Premio San
Pablo en el Brasil, donde figuró en el cuarto lugar muy cerca del ganador,
dando la impresión por momentos que podía conseguir la victoria, en una pista
totalmente enfangada por la lluvia torrencial que aconteció ese día en el
Brasil.
El Duce había salido de Lima a comienzos de
Diciembre de 1988 y regresó a fines de Mayo de 1989, listo para recuperar el
cetro de las pistas. A su retorno, le ganó a Misilero en el clásico Comercio y luego fue tercero de Misilero y That Police,
en aquel brillante Internacional Jockey
Club del Perú de 1989, para finalizar el año ganando el presidente de la
República, en el césped sobre Majestuoso (Surrender At Sea), manteniendo su sitial
de Crack de las pistas.


Luego,
El Latinoamericano se trasladó al Hipódromo de Chile. La suerte quiso
que Destinado regresara de los Estados Unidos, y se juntara a El Duce en el
clásico “Clasificación para el X Gran Premio Latinoamericano de Jockeys
Clubes” y sus 2000 metros en la arena en el mes
Febrero. Destinado lo ganó por pequeña diferencia y por
supuesto, que los 2 clasificaron, viajando a Santiago. En los días previos,
Destinado era la carta peruana y inexplicablemente, El Duce no, ya que era un
poco lento para los 2000 metros, que podía encerrarse en medio de un lote
difícil y en una pista complicada para los parejos. Pero sinceramente El Duce,
se rió de esos cálculos y rindió nuevamente una estupenda actuación, escoltando
a Edipo Rey y adelantándose largamente, todos sus encumbrados rivales.
Regreso a Lima y otra vez, estuvo en la cima. That Police (Policeman)había regresado curado y se preparaba para ganar el Independencia y más aún, iba a favorecerle en los pesos. El Duce fue a buscarlo y a no darle tregua, con sus 62 kilos, y terminó quebrándolo ante un Monterrico que se rindió por completo y que le ayudó a sobrellevar los últimos 200 metros, cuando el tordillo ya estaba cansado. El Duce con Víctor Bardales en lomos, le ganaba a Silent Secret, El Ninja y Boussac. That Police, que ya no era el mismo, llegaba quinto.

Pero allí no quedó todo. Se impuso
valientemente en los 2500 metros del clásico Comercio, sobre Sobre Silent
Secret ( Screen Idol) y Emocionado, con la monta de Yuri Yaranga y marcando
2’40”3/5. Llegó Octubre y un nuevo internacional en Monterrico y, por supuesto,
que El Duce estuvo en la partida y terminó como siempre, siendo estrella,
superado, por muy poco, por una Mary July (Daring Scheeme), Crack, que apretó
en la subida dejando en el camino a muchos candidatos.

Y tras
un cómodo Presidente de la República, , llegó otro Pellegrini. Y nuevamente, El
Duce resultó un excelente competidor de la prueba. Fue segundo de Algenib, en
registro mundial para los 2400 metros en la hierba de san Isidro, metido entre
24 caballos. La inmensa mayoría muchos más jóvenes, que tuvieron que rendirse
ante su inmensa capacidad.
A comienzos del 91 El Duce y Spend One Dollar
se fueron a Miami. El Duce, ya tenía 6 años, y era predecible como también lo
sabía su propietario, era tarde. Pero allí tuvo un nuevo reto que lo supo
llevar con honor cuando logró figurar en el Pan American Handicap y otros
clásicos grupo I, compitiendo al lado de los mejores caballos de los EEUU, del
momento, para luego perderse un tanto cuando viajó a New York. Pasó así todo el
91. Llegó 1992 y el anuncio del arribo del crack, ya con 7 años a Lima. Estaba
muchísimo más blanco que cuando se fue, echo inequívoco del paso de los años
con muchos kilos de menos de su peso ideal de competencia.
Jorge Salas, gran conocedor de su pupilo,
decidió correrlo un poco más.
El Duce fue capaz de reaparecer triunfalmente
en Monterrico, la tarde del 3 de Mayo de 1992, ya con los colores del stud
Myrna,logrando la victoria en el clásico Sociedad Nacional de Pesquería sobre
Colesterol. Llegó, luego, un clásico La Copa (G.II) y en él se incluyeron, no
solamente Colesterol, que lo había escoltado en su retorno como lo contamos
líneas arriba, sino un Norteamericano lleno de valiosos antecedentes de sangre
pero de fuerte genio, como lo era Run And Deliver, que se mantenía invicto en
Lima, y una yegua sumamente valiente como lo era Femme Fatal, que había tenido
un digno comportamiento en el Latinoamericano de San Isidro en marzo, llegando
quinta, en una carrera en la que tuvo muchos contratiempos. Esta carrera fué
ganada por el argentino Potrillón. Volviendo a la carrera, El Duce tuvo que
estar alerta para superar al Hijo de Danzing y a la noble yegua, y eso le costó
quedar agotado para los finales. Faltando los últimos 150 metros, apareció
Colesterol y lo ganó.

Pero la revancha y la despedida triunfal no se
hicieron esperar. Y qué mejor que un clásico Independencia, con un marco
espectacular de espectadores en el hipódromo, listos para aplaudir al crack.
Como si supiera que era todo a nada, El noble tordillo recuperó energías y
llegó en impecable estado a la tarde del 29 de Julio con la monta de Edwin
talaverano, y terminó entre aplausos, superando con holgura, plenitud y
capacidad a su rival por 5 cuerpos ½
sobre Colesterol, y fue merecedor a unas de las ovaciones más justas y
cariñosas que Monterrico le dispensó a caballo alguno. El Duce se lo tenía muy
merecido, porque corazón y entrega le
sobraba en cada una de sus actuaciones y porque había escrito páginas de
hazaña, no sólo en Lima, sino en cualquier escenario donde se presentaba a
competir.
El Duce,
se va separando de sus rivales y cobra
la revancha sobre Colesterol, en los 2400 metros del Clásico Independencia
(G.I) de 1992.

Otra toma
del Independencia de 1992. El Duce con Edwin Talaverano, cruzan solos la meta
del tradicional clásico. Fue su última victoria.
El Duce, se retiró de las pistas, cuando
pensaba su preparador Jorge Salas, intentar un nuevo Pellegrini, pero se
decidió por el retiro definitivo de las pistas del Crack. El Duce recibió un
homenaje que se realizó el domingo 10 de Agosto de 1992, en la que recuerdo fue
muy emotiva, galopando una vuelta a la pista de Monterrico que vio sus hazañas.
Que contradicción. El que escribe fue hincha confeso de Misilero, pero estuve
presente en su despedida aplaudiéndolo. Tengo que ser hidalgo en reconocer la
nobleza de este tordillo, que fue un dolor de cabeza para el crack del Miami.
Esa tarde del Independencia, tuve la dicha de estar en el Hipódromo y estoy
seguro de ello, El Duce había saldado con creces todos los aplausos que nunca
le fueron negados por un público que lo hizo, desde 1988, su ídolo.
Escrito por Gian Carlo Rapuzzi Natal.
Muy buena reseña.
ResponderEliminarMuy buena reseña.
ResponderEliminarExcelente reseña
ResponderEliminarFelicitaciones, bonita reseña, un coementario constructivo, creo que su 2o lugar en el Pellegrini de Algenib, pra mí su mejor actuación debió merecer un párrafo adicional.
ResponderEliminarMuchas gracias, saludos Gian Carlo Rapuzzi
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